La Academia de Cine de España ha celebrado recientemente un ciclo de películas hispano-marroquíes en su sede ubicada en la calle Zurbano de Madrid. En total se han proyectado cuatro films, todos ellos con entrada gratuita para el público con el objetivo de alcanzar la mayor difusión posible. Saray Garcia
El ente cinematográfico más importante del país, la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, ha programado el ciclo Otras fronteras, otro cine. El principal objetivo es fomentar el diálogo de las producciones cinematográficas españolas con otras culturas. La Academia une esfuerzos con el Festival de Málaga para promocionar el intercambio y la colaboración cinematográfica entre Marruecos y España. Lo ha hecho con la exhibición de algunos de los films que formaron parte de en un espacio exclusivo dedicado a la producción marroquí celebrado en el certamen andaluz. Con esta iniciativa, llevada a cabo en la sede de la institución cinematográfica, del 15 al 18 de abril, se ha puesto al alcance del público la posibilidad de conocer y disfrutar de estos cuatro largometrajes, que de otro modo no hubieran visto la luz en un mercado cinematográfico tan comercial como el actual. Para dar mayor visibilidad al acto, se decidió que la entrada a todas las sesiones fuera totalmente gratuita. Lástima que se tratara solo de la proyección y no estuvieran invitados los directores, actores o productores de las películas. De todos modos, como aseguran desde la Academia, el ciclo ha resultado un éxito, con una buena asistencia de público, que prácticamente ha conseguido llenos de espectadores en algunas sesiones. Esto demuestra dos cosas, que la mirada del otro interesa, que queremos saber más acerca de otras culturas e identidades y que cada vez se huye más de los prejuicios que supone un cine minoritario hecho en un país del sur. Para conocer, hay que dialogar y compartir.
La Academia del Cine ha seleccionado para este ciclo dos producciones marroquíes que han obtenido numerosos reconocimientos y galardones internacionales. Se trata de Memoria de una detención de Jilali Ferhati y Alas Rotas de Abdel-Majid R’Chich. Los títulos que completan estas sesiones, ambos coproducidos entre España y Marruecos, son RIF 1921 (Una vida olvidada) de Manuel Horrillo y La vida perra de Juanita Narboni de Farida Benlyazid.
Las películas, una a una
Cuatro han sido los films seleccionados para formar parte del ciclo Otras fronteras, otro cine. El largometraje escogido para inaugurar estas jornadas fue Memoria de una detención. Producida por Heracles Films y MPS-Cinema en 2004, esta película de Jilali Ferhati está protagonizada por Mohamed Marouazi, Fatima Loukila, Raouia, Safia Sian o Fatema Hijji Benhida, además de por el propio director. Ferhati nos explica la vida de un joven delincuente. Este deberá cumplir una misión el mismo día en que tiene prevista su salida de prisión: encontrar a un pariente o un amigo de un ex detenido que se volvió amnésico en los últimos años de su larga estancia en la cárcel. Cuando da con él, los dos buscarán los indicios que le lleven a descubrir su identidad. Pero ese proceso conlleva también un doloroso peregrinaje hacia sus propias memorias. En la película se deja bien claro un proverbio: “un hombre sin memoria es un hombre muerto”. O lo que es lo mismo, una juventud sin historia no puede construir un futuro. Una clara referencia a la generación de los años de plomo (años 70 en Marruecos), cuando la oposición política era encarcelada. Ferhati confiesa que no se trata de una película de memoria colectiva, pero sí pretende, en cierto modo, rendir homenaje a los que sufrieron en primera persona una época dolorosa de la reciente historia marroquí.
La película escogida para la segunda proyección fue La vida perra de Juanita Narboni, dirigida por Farida Benlyazid. Se trata de una coproducción hispano-marroquí (ZAP Producciones y Tingitania Films) basada en la novela homónima del escritor tangerino Ángel Vázquez, publicada en 1976. Muestra la historia de Juanita, una solterona tangerina hija de padre inglés y madre andaluza. Sus penas y deseos, así como la vida de las mujeres que la rodean son contadas con maestral humor por parte de la directora. Entre el reparto, además de la protagonista, encontramos a Elena, la hermana que estudió en el Lycée y busca su libertad; la fiel criada marroquí Hamruch o Esther, la amiga íntima sefardí, que centra todo su mundo en una historia de amor imposible con un marroquí. Ambientada en la Guerra Civil española (con la entrada en Tánger de las tropas del protectorado español de Marruecos) y el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial. Esta es la época en que Juanita se va quedando sola y es testigo del colonialismo y de la convivencia entre culturas y religiones, mientras su ciudad retorna a sus orígenes árabes tras la independencia de Marruecos en 1956. Un claro paralelismo entre la decadencia de la protagonista y la ciudad en la que reside. Benlyazid ha asegurado sentirse orgullosa de este trabajo en muchas ocasiones. Cuenta que el autor de la novela fue quien le regaló un ejemplar de la misma. Ella, tangerina como el escritor, quedó prendada del modo en que se hablaba de Tánger, reflejado fielmente y con autenticidad, sobre todo en el aspecto multicultural de esta ciudad marroquí. Esperó muchos años para iniciar el proyecto y coincidiendo con un convenio de la Unión Europea para el desarrollo de películas de las dos orillas del Mediterráneo se puso manos a la obra. Desde que empezaron a escribir el guión hasta el resultado final han pasado cerca de cinco años. La producción contó con un presupuesto de 1,5 millones de euros, poco si se tienen en cuenta las características del film, de época, y con gran parte del presupuesto destinada al vestuario. Las ayudas económicas, además de la Unión Europea, corrieron a cargo de Canal Sur, la Junta de Andalucía, el Centro Cinematográfico de Marruecos y el segundo canal marroquí. Como Farida Benlyazid ha destacado en alguna que otra entrevista, un reparto formado por grandes actores (Mariola Fuentes, Salima BenMoumen, Lou Doillon, Chete Lena, Mariana Cordero, Concha Cuetos, Nabila Baraka, etc.) hace más fácil el trabajo.
Le siguió la obra de Abdel-Majid R’chich, Alas rotas, interpretada por Fatima Kheir, Aicha Mahmah, Rachid Elouali, Mohamed Elmerouazi e Hicham Elouali. Esta producción marroquí de 2005 cuenta la historia de Mehdi, un niño que se perdió muy cerca de su casa cuando solo tenía tres años. El chico fue a parar a las manos de Rahma, una mujer que le ayudó a buscarse la vida. Poco a poco se fue acostumbrando a la presencia de ésta, hasta el punto de llegar a creer que se trataba de su propia madre. Diez años después de su desaparición, se reencuentra con sus padres biológicos. La reacción del chico y los padres no se puede predecir…
Por último, para cerrar el ciclo, se proyectó el documental RIF 1921 (Una historia olvidada), dirigido por el español Manuel Horrillo. Esta coproducción de 2008 entre Tarifa Digital Pictures, Maestranza Films, Canal Mundo Ficción y Televisión Española pretende recuperar la memoria del olvido. A principios del siglo pasado, España y Francia se enfrentaron en una devastadora guerra contra la resistencia del Rif. El 22 de julio de 1921, en las montañas del Rif, en el norte de Marruecos, la armada colonial española sufrió su mayor derrota de la historia moderna: el desastre de Annual. Durante seis años, el comandante Abd el-Krim y sus tropas hicieron frente a la ocupación, hasta que Francia y España decidieron unirse para luchar contra ellos. El conflicto tuvo consecuencias para la vida política española de la época y sin embargo es un episodio de la historia olvidado en nuestros días. Si bien la tragedia vivida hace más de 80 años sigue presente en la mente de quienes estuvieron allí y los que les rodean. El equipo de Horrillo ha recuperado el protagonismo de los combatientes de aquella guerra para mostrárnoslos con una visión actualizada de la historia y poder así construir un futuro en paz entre dos países vecinos.
El precedente malagueño
Una semana antes, del 4 al 12 de abril, se celebró el Festival de Málaga. Coincidiendo con su XI edición, el certamen amplió sus espacios habituales de cada año y lo hizo con una clara apuesta por la formación, la interactividad y la solidaridad. Además de las decenas de películas presentadas en la sección oficial, los cortos y documentales, el festival se caracterizó por las proyecciones de películas internacionales. Éstas se dividieron en sendos ciclos, el primero de ellos dedicado al cine latinoamericano y el segundo al cine marroquí. La muestra de films del país árabe se inició para agradecer a las entidades marroquíes que participaron en I Festival de Cine Español Tánger/Málaga. El proyecto nació a finales del pasado 2007, con la intención de dar a conocer la producción cinematográfica española y marroquí en ambas orillas del Mediterráneo. Organizado por el Ayuntamiento de Málaga y el Ministerio de Asuntos Exteriores, contó con la colaboración del Instituto Cervantes y la Casa Árabe.
Los títulos presentados en el ciclo de cine marroquí del Festival de Málaga fueron Memoria de una detención, Alas Rotas, RIF 1921, La vida perra de Juanita Narboni, El largo viaje (dirigido por Ismaël Ferroukhi) y WWW.What a Wonderful World, de Faouzi Bensaïdi.
Tras el éxito conseguido con esta iniciativa, se espera que de este festival nazca una nueva etapa de colaboración entre España y Marruecos, que servirá para intercambiar propuestas culturales y dar a conocer las realidades de los dos países entre ambas sociedades, produciéndose un acercamiento y diálogo entre las poblaciones española y marroquí. Se prevé que gracias a las próximas ediciones se desarrolle un mayor número de producciones cinematográficas. Lo cierto es que ciclos y jornadas como estas deberían desarrollarse más a menudo y no solo para conmemorar el año europeo del diálogo intercultural. Conocer al otro, es conocerse a sí mismo.
“Todo acceso a la cultura es tender un puente para el diálogo”
Pregunta: ¿Cómo surge la idea de celebrar este ciclo?
Respuesta: Este año se ha iniciado una línea de colaboración con el Festival de Cine de Málaga. Normalmente, todos los años, la Academia participa en la fiesta y colabora en el premio Película de Oro, donde se exhibe algún clásico del cine español. La sede de la Academia de Cine alberga retrospectivas de cine español, pero gracias a esta colaboración, ahora también se favorecerán encuentros en un marco con otros países, en este año, Marruecos. Con la proyección de cine marroquí y coproducciones hispano-marroquíes se pueden apoyar estas iniciativas.
P: ¿Ya se habían celebrado iniciativas de este tipo en la Academia?
R: Desde hace poco más de un año disponemos de una nueva sede, un edificio de cuatro plantas en Madrid, donde están instaladas las oficinas además de dos espacios culturales como son la sala de exposiciones, de unos 100m2, y la sala de cine, con una capacidad de casi 200 butacas. Desde noviembre de 2007 se están celebrando actividades regulares abiertas al público para dar a conocer el cine español. También existe un claro compromiso con los académicos. Fernando León de Aranoa, Alfredo Landa, Unax Ugalde o Imanol Uribe han estado presentes en alguna de las actividades.
P: ¿Cómo valora el ciclo?
R: Muy positivamente. En un principio, el ciclo de cine hispano-marroquí era una incógnita. Se trata de un cine nada mediático, no en cuanto a argumentos, pero sí es cierto que no tiene ni estrellas ni directores que peguen fuerte. La producción marroquí es interesante y está creciendo en los últimos años, tanto en medios, como en los temas. Se nota que es un cine más rico. En las cuatro sesiones hubo bastante asistencia de público, sobre todo en la proyección del documental RIF 1921, un documental que trata sobre el desastre de Annual. La sala estaba prácticamente llena para ver este trabajo, que dará bastante que hablar.
P: ¿Se prevén más actos de este tipo en la Academia a lo largo del 2008, año europeo del diálogo intercultural?
R: Además de este ciclo, se está trabajando con el Instituto de Cine Argentino, con el que se ha llegado a un acuerdo para hacer preestrenos de películas argentinas que no se distribuyen en las salas españolas. Durante una época –el principio de la primera década del 2000– hubo un boom del cine argentino, pero en la actualidad, películas de directores conocidos no se estrenan en España. Por ejemplo, Crónica de una fuga dirigida por Adrián Caetano, participó en el Festival de Cannes en 2006 y aún no se ha visto en nuestro país. Tenemos una función que cumplir: hacer que estos largometrajes lleguen a un público interesado. En la actualidad se están estudiando varias propuestas más, que seguramente lleguen a buen puerto en este 2008.
R: ¿Cree que iniciativas como ésta sirven para fomentar el diálogo entre culturas y la anulación de fronteras?
R: Sin lugar a dudas. Todo acceso a la cultura es tender un puente para el diálogo. A mi entender, no hay nada peor que un artista que para castigar al gobierno de un país, decide no actuar allí, no estrenar una película o no publicar un libro allí. Es la peor opción, porque se castiga al pueblo. No hay nada que haga más daño que impedir que las culturas fluyan. Por ese motivo las dictaduras y los gobiernos que no respetan ciertos derechos ponen límites a la cultura y prohíben libros, conciertos, competiciones, festivales o jornadas; matan a poetas y encarcelan a pensadores. Hay que apostar por el diálogo y no crear monólogos, como sucede con el cine americano, no hablan, monologan. Deberíamos trabajar para que los países menos desarrollados hagan películas y las podamos ver, olvidándonos de los prejuicios.
“Estamos inmersos en una cultura mestiza”
Pregunta: ¿De dónde surge la idea de realizar esta producción?
Respuesta: La idea de realizar este documental surge principalmente por la fascinación que ejercía sobre mí el desastre de Annual y la guerra del Rif. Un hecho histórico tan fundamental y casi olvidado tanto en España como en Marruecos. Esta guerra fue fundamental para el curso de la historia de ambos países, una desgracia innecesaria e injusta. Había que contarla.
P: ¿Qué opina de iniciativas como el ciclo de cine-hispano marroquí celebrado en la Academia del Cine?
R: Creo que la academia acierta plenamente promoviendo cualquier tipo de
iniciativa creando sinergias con nuestros vecinos mediterráneos y muy particularmente con Marruecos con quien nos unen tantos lazos y retos de futuro. Sin duda estamos inmersos en una cultura mestiza.
iniciativa creando sinergias con nuestros vecinos mediterráneos y muy particularmente con Marruecos con quien nos unen tantos lazos y retos de futuro. Sin duda estamos inmersos en una cultura mestiza.
P: ¿Hacen falta más actividades para fomentar el diálogo entre culturas y recordar los orígenes?
R: Debemos crear juntos, construir este nuevo lenguaje para reconocernos todos. Todo aquello que impulse esta realidad es bienvenido.
Algunas direcciones útiles
Academia de Cine de España: www.academiadecine.com
Festival de Málaga: www.festivaldemalaga.com