El Caimán Producciones: música mestiza e intercultural



Esta productora valenciana nace en el año 2000 con la intención de promover iniciativas culturales –especialmente musicales– interesantes, diferentes y de calidad. Más allá de las propuestas comerciales, apuestan por la música como sendero para dar a conocer al público la cultura y la música como una realidad multifacética. La iniciativa surgió de la mano de Rafa Merín, Sergi Almiñana y Toni Peña. Desde entonces, han ido creciendo, representando a artistas y trabajando en el campo de la producción musical, de eventos culturales y festivales. Saray Garcia


El Caimán Producciones, como sucede con la mayoría de empresas de producción y asesoramiento de artistas, desarrolla múltiples actividades. De ahí que las tareas se lleven a cabo en cinco departamentos diferenciados: management, creación de conceptos artísticos, comunicación y marketing, contratación y aspectos comerciales y por último, I+D. En cada una de estas áreas se llevan a cabo las labores para que todo funciones a la perfección, desde el asesoramiento de los artistas, hasta la investigación de mercados y tendencias, pasando por las campañas de marketing y comunicación o la organización de agendas para la contratación de conciertos. En el mundo de la música existen patrones muy abiertos en cuanto a ritmos, modas y maneras de hacer. Neus Fàbregas, coordinadora y productora de El Caimán explica que algunos de sus artistas representados acudieron a ellos cuando terminaron su relación con otros mánagers. Sin embargo, también hay grupos por los que El Caimán ha apostado desde un principio y han empezado a trabajar con ellos cuando todavía no tenían mucha experiencia musical a nivel comercial. A la pregunta de si existen requisitos para ser un artista representado por ellos, Neus Fàbregas responde que no, por que la música no entiende de cánones. “Los artistas que representamos tienen en común la creatividad a la hora de mezclar sonidos y ritmos, el proceso de reinventar la música tradicional o de raíz con apertura al mundo y a todo tipo de estímulos musicales dándole su toque personal y actual; sumados a un compromiso social en cada país de origen hacia un mundo más justo”, añade.



Ocho son los artistas que forman parte del catálogo de esta productora española. Todos ellos representan diferentes estilos y tipos de música. Así encontramos a Chambao, una formación que fundó otra forma de entender el flamenco, fusionándolo con otros ritmos y que se ha convertido en uno de los grupos punteros dentro del panorama nacional y muy reconocido internacionalmente donde se han reinventado en cada nuevo trabajo. El flamenco también está presente en Enrique Morente, máximo exponente del cante en la actualidad o Gala Évora, una joven andaluza que fusiona el flamenco con otros sonidos del mundo. Los ritmos musicales de la tradición mexicana vienen de la mano de la banda Lila Downs. Más raíces de la música latinoamericana, pero esta vez a ritmo de rock, es lo que presenta la banda La Pulquería. Seun Kuti, hijo de Fela Kuti, nos trae la música afro-beat, con temáticas muy relacionadas con África o la justicia. El joven y fresco grupo llamado Quinto Parpadeo nos trae diferentes estilos, y por último, Casa de Fados, el encanto de la esencia de las casas de fados lisboetas, la tradición musical portuguesa.
Tras hacer un repaso por los artistas que representa El Caimán, da la impresión de que están ligados al mestizaje y al intercambio cultural. Seguramente se debe a una casualidad o a un modo común de entender la música, ya que desde la productora nunca han exigido ningún requisito. “En El Caimán Producciones creemos que la música y la cultura adquieren diversas formas a través del tiempo y del espacio y que las expresiones artísticas deben ser  plurales, variadas y dinámicas”, explica Fàbregas. Para ellos, el tejido multicultural también se expresa a través de la música y puede llegar a ampliar el conocimiento, la tolerancia y el respeto por la diversidad cultural. En este sentido, la coordinadora señala: “Trabajamos con música creada por artistas tanto de España, como de otras latitudes, tales como México o el Norte de África, entre otros”.
Hace más de un año, empezaron a desarrollar la relación de la música con la solidaridad y crearon proyectos en los que se pudiera aunar esos dos conceptos, como fue el Festival Dos Orillas. Precisamente, las tareas de Neus Fàbregas están estrechamente relacionadas con esta área.

Festival Dos Orillas de Tarifa
La iniciativa consiste en crear una plataforma cultural estable que promueva  actividades que favorezcan el intercambio entre propuestas culturales de España y del Magreb, especialmente durante los meses de julio y agosto. En 2007 se llevaron a cabo acciones en Tarifa y en el Norte de Marruecos, ya que como afirma Neus Fàbregas: “La historia demuestra que estas ciudades separadas sólo por el estrecho de Gibraltar comparten mucho más que su situación geográfica. Construir un espacio cultural común significa también fortalecer el «puente simbólico» que existe entre Europa y África, dos realidades muy cercanas geográficamente pero muy separadas social, política y económicamente”.
Tarifa es una ciudad que reúne unas condiciones inmejorables para ser el primer nodo y uno de los más importantes de la red que se pretende tejer. Significa una encrucijada de caminos y de culturas, se muestra actual y dinámica, naturalmente mágica por su luz y por sus colores. Quizás por eso el pasado año fue escogida como una de las sedes para realizar algunas de las actividades del festival (que se celebró en ambas orillas del Mediterráneo). Se llevaron a cabo sesiones de disckjockeys; conciertos de Hip Hop con La Mala Rodríguez, Morodo, Pinacle Sound System o las actuaciones de Quinto Parpadeo, La Pulquería y Chambao.
El Festival Entre Dos Orillas también contó con la exposición Siente el Magreb, donde se mostraba la riqueza cultural que existe en esta zona del norte de África a través de elementos concretos que simbolizan el pasado, el presente y el futuro de la región. Se pudo visitar la muestra fotográfica sobre la vida en las ciudades del Mediterráneo, un exponente de la manera de relacionarse de las personas que actualmente habitan las dos riberas de este mar. Muchas ciudades comparten claves en común y permiten percibir lo más hondo de los procesos personales y sociales que se dan en el Mediterráneo.
Para este año y los siguientes, el objetivo es consolidar este festival implicando a más socios colaboradores y ciudades interesadas en albergar el certamen. El Caimán Producciones sigue una filosofía similar. “Nuestro deseo es seguir trabajando para ofrecer iniciativas innovadoras en el enriquecimiento de culturas,  que estén fuera de los circuitos comerciales o promocionando a artistas que se encuentran en el inicio de su carrera, para crear un verdadero vínculo entre un público que busca propuestas diferentes y diversos conceptos de música tales como músicas del mundo, urbanas, mestizas, rock o folk”, cuenta Neus Fàbregas. En definitiva, seguir intentando hacer lo que les gusta, con artistas comprometidos con el proyecto, así como continuar trabajando en la música como motor de cultura y desarrollo.


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