Los ciudadanos rumanos son la mayor comunidad de extranjeros en España, con 686.733, según datos del Foro de Asociaciones de los Rumanos en Europa y América del Norte. El colectivo representa aproximadamente el 16,5% del total de extranjeros residentes en España, pero la imagen que tienen los españoles de estos ciudadanos europeos no se corresponde con la realidad. Las noticias de bandas criminales, niños delinquiendo o mujeres mendigando son poco menos que habituales en muchos medios de comunicación. Una minoría que etiqueta al resto de compatriotas que ejercen su profesión con responsabilidad y acierto en la sociedad española. Para evitarlo, se ha creado una campaña de publicidad con un lema: Hola, soy rumano. Juntos hacemos un gran equipo. La idea ha surgido del Gobierno Rumano, que ha puesto en marcha la campaña con un claro objetivo: descubrir la realidad de los rumanos que trabajan en España y cómo estos han contribuido a su crecimiento económico, siendo, en muchas ocasiones, un gran apoyo e indudable pilar sobre el que se han sustentado socios y empresarios. La mayoría de los casi 700.000 rumanos registrados en nuestro país son excelentes trabajadores que desarrollan sus labores con talento y se han integrado en la sociedad. Sin embargo, la comunidad rumana se ve perjudicada por las noticias que llegan sobre delitos cometidos por compatriotas, que se convierten en la única realidad (aunque distorsionada) que reciben muchos españoles con respecto a este país. Debido a esto, y a que no todos los ciudadanos de la Península tienen la oportunidad de conocer bien a los inmigrantes rumanos, se ha puesto en marcha esta campaña, que se difunde desde septiembre en diferentes medios de comunicación y pretende garantizar una visión correcta de la realidad rumana, lejos de la delincuencia y de otros aspectos negativos, usual y erróneamente asociados al colectivo.
Lo cierto es que los rumanos que residen en España trabajan en todos los sectores laborales, incluidas las facetas artísticas y culturales. Precisamente, muchos de estos últimos están en contacto con la sede del Instituto Cultural Rumano de Madrid (ICR). La entidad está adscrita a la misión diplomática de Rumania en la capital española y funciona en régimen de reciprocidad con el Centro del Instituto Cervantes de Bucarest para profundizar en las relaciones amistosas entre ambos países. De este modo, el ICR divulga la lengua y la cultura rumana mediante actividades como cursos de lengua y civilización rumana; divulgación de conocimientos sobre cultura, ciencia, educación, historia y tradiciones; organización de eventos culturales; publicación de programas informativos, culturales, científicos o pedagógicos; centro multimedia con sala de lectura y servicio de préstamo, formación de bancos de datos o creación de consejos, clubes y comités que representen la opinión pública. A fin de que sea posible la difusión de la cultura rumana, el Instituto Cultural Rumano garantiza la libre asistencia de público a los actos organizados –en sus instalaciones o fuera de éstas–. Desde su creación en 2006, la entidad está dirigida por Hori Barna y la directora adjunta Diana Nicoleta Cofsinski.
Muchos artistas rumanos han expuesto o colaborado con el ICR en alguna de las exposiciones y actividades para difundir la cultura de su país. Otros, han paseado su talento por cuenta propia. Estos son algunos de los creativos rumanos que han mostrado sus cualidades culturales y artísticas en España:
Romana Preoteasa
Artista rumana graduada en Artes Plásticas y Escenografía de la Universidad de Bucarest. Preoteasa está especializada en técnicas mixtas. Ha trabajado con teatros y directores prestigiosos en la capital rumana. Recientemente ha presentado en Madrid Las hadas del bosque 1, una propuesta de máscaras que simbolizan las huellas de un mundo misterioso (a veces oscuro, a veces lleno de luz). Actualmente trabaja y vive en Madrid.
Bogdan Ater
Joven fotógrafo rumano de origen griego. Se graduó por la Universidad Nacional de Artes de Bucarest y más tarde empezó su carrera en fotografía. Vive en Madrid desde hace algunos años y en la actualidad es director de la revista Madrid – Arte y Cultura, además de ser uno de los fundadores de la línea de mobiliario de diseño artístico Ater y Niram. Ha expuesto en Rumanía, España y Portugal (donde ha recibido el Premio MAC como reconocimiento a su labor en las bellas artes).
Empezó sus estudios de flauta travesera con 10 años. Mientras cursaba en la Universidad de Buscarest fue contratada como flauta principal de la Ópera Nacional de Bucarest. Ha participado en cursos con afamados profesionales de la música y sus recitales en Rumania, Suiza, Alemania, Dinamarca, Austria, Chequia, Hungría y España siempre han sido un éxito entre el público (ganando premios internacionales), ya que combina la música clásica con la contemporánea. Es profesora en el Colegio Británico St. George en Roquetas de Mar (Almería) y está cursando el Doctorado Europeo en Educación Musical.
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