Un pedazo de Argentina en Valencia





Undertango es el proyecto musical de los argentinos Martín Albano y Cecilia Barber. Llegaron a España hace apenas seis años y ahora, por fin, pueden dedicarse a la mayor de sus pasiones: la música. Con su formación nos traen un pedazo de su tierra, de Argentina, de la pasión del tango y de la fusión de otros ritmos, como ya hiciera el mítico Piazzolla. Culturas que se funden al compás de uno de los estilos musicales más sensuales del planeta. Texto: Saray Garcia. Fotos cedidas por Cecilia Barber.

Con tan solo cinco años, en la ciudad argentina de Rosario, Martín Albano descubre su pasión por la música. Desde esa época ya le llamaba la atención todo lo relativo a la percusión, hasta tal punto que sus más allegados terminaron por regalarle una batería pequeñita para que empezara a realizar sus primeras melodías.
Mientras, en la misma ciudad, una niña de cuatro años llamada Cecilia Barber disfrutaba de la música clásica cuando en su casa se escuchaban discos de los más afamados compositores. La pequeña aprovechaba también para bailar al ritmo de las canciones, tanto era así que la apuntaron a clases de ballet. Quizás este amor por la música estaba presente en sus genes… y es que su abuelo español era músico y director de una banda y su padre tocaba el saxofón. Años más tarde, cuando había cumplido los ocho años, se puso de moda la serie de televisión Fama. Cecilia disfrutaba frente a la pequeña pantalla, sobre todo en los fragmentos más musicales y cuando tocaban el piano se quedaba fascinada. Ese instrumento que la maravilló se convertiría un año más tarde en un amigo fiel, ya que empezó a estudiar piano y ya nunca abandonó el contacto con el teclado de piezas blancas y negras.
Siendo ya adolescentes, los dos seguían ligados a la música, se dedicaban a ella aunque no de manera profesional, pero sí impartían clases particulares de guitarra y batería (él) y piano (ella). Para seguir mejorando sus conocimientos, ambos estudiaban solfeo y tocaban en diferentes agrupaciones de varios estilos en bares y conciertos académicos.

Martín y Cecilia se conocieron en un pub de su ciudad natal y se dieron cuenta de que compartían las mismas aficiones, aunque en diferentes estilos musicales. Él tocaba la batería, para entonces incluso ya había cursado clases de guitarra y se decantaba principalmente por el rock, el blues y el jazz; ella asistía a clases de piano y se centraba en la música clásica. Sus vínculos comunes hicieron que la amistad prosperara. Tanto que acabó en el altar.
Ya recién casados, llegaron a España en agosto de 2002. Los dos mantenían la ilusión de poder hacer de la música su profesión y medio de vida, pero no les resultó fácil. Al menos no al principio. Cuentan que les fue bastante difícil habituarse al hecho de estar lejos de sus seres queridos y de su patria. Como también lo fue dedicarse a los muchos y variados puestos de trabajo que les servían para ganar algo de dinero. Martín trabajó como operario de fábrica, reponedor de supermercado, repartidor de periódicos o dependiente. Otro tanto hizo Cecilia, que desempeñó tareas similares a las de su marido, además de recepcionista o trabajadora en un almacén de naranjas, la fruta por excelencia de su tierra de acogida, Valencia. Durante un tiempo, estos puestos laborales les permitieron compaginar trabajos de media jornada con el dictado de clases. Martín ejerció como profesor de batería, guitarra y percusión y Cecilia como profesora de piano.
En la actualidad –afortunadamente, como dicen ellos– solo se dedican a dar clases y realizar actuaciones, sin embargo no olvidan aquellos tiempos en que el sueño de vivir por y para la música no era más que eso, un sueño. De todos modos su objetivo sigue siendo crecer musical y profesionalmente y continuar luchando por esta pasión. “Aunque es muy difícil, vale la pena”, afirman.
Un día cualquiera en sus vidas está rodeado de música. Ensayan y preparan el repertorio con el que presentan su espectáculo para que encima del escenario todo salga a la perfección.  A fin de que eso suceda, pasan horas escuchando canciones y nuevos ritmos que les inspiren en sus composiciones. Y por último, la promoción de su grupo de tango, para el que todavía siguen buscando un manager en España que les ayude a difundir su proyecto por toda la península.
Undertango es el nombre de su grupo, dedicado al tango argentino. A través de sus composiciones pretenden difundir este género en todas sus formas: música, canto y danza. El repertorio está integrado por tangos tradicionales y obras del reconocido compositor y bandoneonista argentino Astor Piazzolla. Éstas combinan y fusionan elementos del tango, del jazz y de la música clásica, generando un estilo único e innovador que ha hecho de Piazzolla uno de los  músicos de tango más importantes del siglo XXI, o como él mismo solía decir, de “la música contemporánea de Buenos Aires”. El principal objetivo de este grupo es compartir con el público la esencia del Río de La Plata, transportando al espectador a un mundo donde la pasión, la fuerza, la dulzura y la melancolía se hacen presentes a través de su música y de su danza.
Comenzaron siendo un dúo al que con el paso del tiempo se le fueron sumando integrantes para presentar un espectáculo cada vez más completo. Además de Martín y Cecilia, Undertango está formado por Diego González (contrabajo), Lydia Wellington (cantante), Guillermo Álvarez y Verónica Mendoza (bailarines). Los seis, en los diferentes formatos de espectáculo que presentan, divulgan la cultura argentina, pero el propio grupo es una mezcla de culturas, nacionalidades y procedencias. Lydia es uruguaya, Verónica valenciana y el resto son argentinos.
Una de las peculiaridades de esta banda es que actúa con diferentes formaciones, en función del tipo de espectáculo que quieran ofrecer. A decir verdad, el presupuesto y el espacio de los teatros o escenarios donde actúan tiene mucho que ver. Así pues, podemos encontrar el dúo de piano (Cecilia) y bandoneón (Martín); el trío, al que además de estos dos instrumentos se le une el contrabajo; con la voz de la cantante o con bailarines, aunque en algunas ocasiones pueden presentar el espectáculo completo. El grupo actúa en pequeños teatros, casas de cultura y auditorios de Valencia y de los pueblos de la Comunidad Valenciana, si bien a veces lo hacen en otras comunidades o en el norte de Portugal. Precisamente, Martín y Cecilia explican que su público es variado, sobre todo dependiendo del lugar en que se realiza el espectáculo. En tierra lusa el público es local, ya que no hay tanta inmigración sudamericana, mientras que en España acuden más argentinos. Pero no importa de donde provenga el público. A buen seguro que con Undertango disfrutarán de una velada musical.


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